Aunque actividades como correr, montar en bicicleta o levantar pesas son reconocidas por sus beneficios para la salud, pocos comprenden el impacto positivo de una buena sesión de natación. Desde tonificar y fortalecer los músculos hasta mejorar la salud cardiovascular, pulmonar y mental, nadar se posiciona como una de...
enero 27, 2025
Aunque actividades como correr, montar en bicicleta o levantar pesas son reconocidas por sus beneficios para la salud, pocos comprenden el impacto positivo de una buena sesión de natación. Desde tonificar y fortalecer los músculos hasta mejorar la salud cardiovascular, pulmonar y mental, nadar se posiciona como una de las formas más completas de ejercicio.
Impulsar el cuerpo a través del agua activa numerosos sistemas y combina bajo impacto con altos resultados. No es de extrañar que la natación sea la cuarta actividad recreativa más popular en Estados Unidos, con más de 300 millones de visitas anuales a piscinas, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
La natación es una actividad apta para todas las edades y niveles de habilidad. Mitch Lomax, neumólogo y fisiólogo del ejercicio de la Universidad de Portsmouth, destaca sus beneficios: “Mejora la capacidad cardiovascular y respiratoria, aumenta la fuerza y resistencia muscular, y reduce el riesgo de lesiones traumáticas.” Además, es ideal para personas con limitaciones físicas o enfermedades como artritis o esclerosis múltiple, debido a su bajo impacto.
Uno de los mayores beneficios de nadar es la mejora de la salud cardiovascular. Hirofumi Tanaka, director del Laboratorio de Investigación del Envejecimiento Cardiovascular de la Universidad de Texas, explica: “La natación eleva la frecuencia cardiaca, reduce la tensión arterial y mejora la circulación. También disminuye el endurecimiento de los vasos sanguíneos y el estrés oxidativo.”
La natación también fortalece los pulmones. La presión hidrostática del agua obliga a los pulmones a trabajar más para satisfacer las demandas de oxígeno, aumentando la capacidad pulmonar y mejorando la eficacia del sistema respiratorio.
El agua ofrece resistencia en cada brazada, activando más músculos que muchas actividades terrestres. Heather Massey, profesora de la Universidad de Portsmouth, explica: “Se utilizan los músculos del tronco, cuello, brazos, hombros, piernas y pies. Prácticamente todos los grupos musculares se benefician.” Además, la natación tonifica sin el desgaste asociado al levantamiento de pesas, mejora la flexibilidad, alivia el dolor articular y ralentiza el envejecimiento.
Nadar puede ser un ejercicio intenso para quemar calorías. Una persona de 70 kilos quema entre 281 y 774 calorías por hora, dependiendo del estilo y la intensidad. Sin embargo, el agua fría puede aumentar el apetito, un factor a tener en cuenta para quienes buscan perder peso.
La natación también tiene un impacto positivo en el cerebro y las relaciones sociales. Estudios indican que aumenta el flujo sanguíneo cerebral y libera serotonina y dopamina, mejorando el estado de ánimo, reduciendo el estrés y aliviando la ansiedad y la depresión. Además, fomenta la conexión social, fortaleciendo lazos comunitarios y personales. Incluso se ha relacionado con una vida sexual más activa y satisfactoria.
Lori Sherlock, profesora de fisiología del ejercicio de la Universidad de Virginia Occidental, destaca que la natación es accesible para personas de todas las edades y capacidades. Su bajo impacto reduce el riesgo de lesiones, lo que la convierte en una excelente opción para quienes se recuperan de una lesión o padecen enfermedades crónicas.
Si eres principiante, considera unirte a un programa local de natación o contratar un entrenador. También puedes comenzar con clases de aeróbicos acuáticos. Incorporar días de descanso es clave para permitir la recuperación muscular. Más allá de los beneficios físicos, la natación también es una experiencia agradable que puede transformar tu vida.
Sumérgete en esta práctica refrescante y descubre cómo mejorar tu salud integral mientras disfrutas del agua. ¡El viaje transformador comienza con un solo chapuzón!