En un lapso de casi cinco años, la Ciudad de México ha sido testigo de un asombroso aumento en la cantidad de manifestaciones sociales que, aunque pacíficas, evidencian un malestar y descontento generalizado entre la población. Un total de 16,431 manifestaciones se han registrado desde el 5 de diciembre...
octubre 14, 2023
En un lapso de casi cinco años, la Ciudad de México ha sido testigo de un asombroso aumento en la cantidad de manifestaciones sociales que, aunque pacíficas, evidencian un malestar y descontento generalizado entre la población.
Un total de 16,431 manifestaciones se han registrado desde el 5 de diciembre de 2018 hasta el 31 de julio de 2023, involucrando a 7,392,241 ciudadanos de la capital y de todo el país. Estos números alarmantes reflejan una insatisfacción palpable en diversos sectores de la sociedad.
Según datos de la Secretaría de Gobierno local, en promedio, se llevan a cabo 9.6 manifestaciones diarias que bloquean el espacio público de la Ciudad de México.
Si bien es alentador que estas expresiones de descontento se hayan mantenido mayoritariamente pacíficas, el hecho de que no se hayan producido actos de represión ni detenciones debe ser analizado en el contexto de un gobierno que parece no estar atendiendo adecuadamente las demandas de la sociedad.
El 13 de septiembre, ex trabajadores de la desaparecida Ruta 100 buscaron una reunión en la Comisión Nacional de los Derechos Humanos para exponer sus demandas.
Al no ser recibidos, bloquearon el Anillo Periférico Sur durante más de dos horas, lo que refleja la frustración de los ciudadanos ante la falta de atención a sus peticiones.
Los temas de las manifestaciones varían ampliamente, abarcando cuestiones laborales, vivienda, asuntos jurídicos, comercio ambulante, transporte, tenencia de la tierra, obra pública, programas sociales, agua, servicios urbanos, educación, salud y medio ambiente, entre otros.
A pesar de la diversidad de asuntos, el patrón es claro: la sociedad siente que el gobierno local no está satisfaciendo sus necesidades ni escuchando sus preocupaciones.
El secretario de Gobierno, Ricardo Ruiz Suárez, reconoce la necesidad de actualizar los protocolos de actuación para equilibrar el derecho a la libre expresión con el de libre tránsito, dada la creciente incomodidad de los ciudadanos causada por el cierre de calles y avenidas debido a las manifestaciones.
Si bien es cierto que la expresión pública se respeta en la Ciudad de México, la falta de una respuesta efectiva a las demandas de la sociedad plantea preguntas sobre la eficacia del gobierno de Morena para abordar los problemas y preocupaciones que aquejan a los ciudadanos.
La relación entre el gobierno local y el federal es fundamental para atender estas cuestiones, y es necesario que se trabaje de manera conjunta para garantizar una ciudad donde las manifestaciones no sean la única vía de expresión de las inquietudes ciudadanas