El hundimiento CDMX de hasta 30 cm anuales amenaza con hacer zonas inhabitables y forzar desplazamientos. La Ciudad de México se enfrenta a una crisis alarmante: un hundimiento promedio de 10 a 30 centímetros anuales que, según geólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), podría hacerla «inhabitable»...
junio 25, 2025
El hundimiento CDMX de hasta 30 cm anuales amenaza con hacer zonas inhabitables y forzar desplazamientos.
La Ciudad de México se enfrenta a una crisis alarmante: un hundimiento promedio de 10 a 30 centímetros anuales que, según geólogos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), podría hacerla «inhabitable» en menos de 10 años. Esta situación, agravada por la densidad poblacional y la extracción «irracional» de agua de pozos subterráneos, así como el peso de las construcciones, está llevando la compactación del suelo arcilloso y volcánico al límite. En algunas colonias, la subsidencia alcanza hasta 40 centímetros anuales, lo que podría generar «desplazamientos forzados» de sus habitantes.
El Ángel de la Independencia es un claro ejemplo de este fenómeno, donde cada cierto tiempo se le debe añadir un escalón debido al descenso del terreno. Sergio Rodríguez, geólogo de la UNAM, enfatiza la magnitud del problema: «Con un promedio de hundimiento de 15 a 30 centímetros por año, si lo multiplicas por 10 años, ya son tres metros y si lo multiplicas por 100, pues es increíble». Wendy Morales, también geóloga de la UNAM, sentencia que este proceso ha alcanzado un «punto de no retorno», donde las únicas opciones son la adaptación de gobiernos y población (lo que aumentaría la marginación) o los desplazamientos forzosos.
Ubicada sobre un antiguo lago, el 70% del suelo de la Ciudad de México es inundable. La situación se agrava durante la temporada de lluvias por el propio hundimiento, la falta de permeabilidad del suelo asfaltado y el entubamiento de ríos que antes servían como drenaje natural.
Alcaldías como Iztapalapa, que experimenta un hundimiento CDMX de 40 centímetros al año, evidencian una paradoja crítica: sufren inundaciones severas y, al mismo tiempo, carecen de abastecimiento de agua, a pesar de concentrar una gran cantidad de pozos subterráneos. Esta «inequitativa distribución del agua» visibiliza la desigualdad social, donde quienes extraen el agua son quienes más padecen las inundaciones y la subsidencia. En contraste, los edificios de nueva construcción no suelen enfrentar problemas de suministro, lo que acentúa la brecha social.
Los geólogos alertan que la «voracidad» de los desarrolladores inmobiliarios y los fenómenos climáticos extremos harán que la Ciudad de México tenga áreas inhabitables. Morales vaticina que, de no adaptarse, una parte de la población tendrá que abandonar la ciudad en unos seis años, pues la situación será «insostenible». La solución propuesta por los expertos es la «desconcentración» y la creación de nuevos centros urbanos planificados, con empleo, servicios y una descentralización de la industria e instituciones fuera de la capital, impulsando la economía informal en estos nuevos asentamientos.
Con información de: El Financiero