La Ciudad de México se vio afectada por una de las precipitaciones más intensas de la temporada el 2 de septiembre, con más de 24 horas continuas de lluvia. El volumen de agua alcanzó los 34 millones de metros cúbicos, según el gobierno de la CDMX. A pesar de...
septiembre 4, 2025
La Ciudad de México se vio afectada por una de las precipitaciones más intensas de la temporada el 2 de septiembre, con más de 24 horas continuas de lluvia. El volumen de agua alcanzó los 34 millones de metros cúbicos, según el gobierno de la CDMX.
A pesar de la magnitud del evento, las autoridades argumentan que el Plan Tlaloque ha mitigado el impacto, una aseveración que contrasta con el saldo preliminar de afectaciones.
El reporte inicial indica 602 viviendas afectadas en varias alcaldías, siendo las más golpeadas Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza, Iztacalco, Iztapalapa y Coyoacán. Brigadas gubernamentales realizan un censo casa por casa para determinar la cifra exacta y garantizar apoyos directos a las familias.
De manera oficial se afirmó que, aunque las lluvias se han incrementado en un 142 % en comparación con años anteriores, los daños a viviendas solo subieron un 32 %. Sin embargo, la Secretaría de Gestión Integral del Agua (Segiagua) describió el fenómeno como «extraordinario», con un registro de 171 encharcamientos, dos inundaciones, la caída de 51 árboles y tres postes. Esta cifra evidencia la vulnerabilidad de la infraestructura capitalina frente a fenómenos meteorológicos de esta escala.
Las colonias con mayores afectaciones incluyen Vicente Guerrero en Iztapalapa, Azteca, Moctezuma Segunda Sección y Progresista en Venustiano Carranza, y La Pradera, Vista Hermosa y San Juan de Aragón en Gustavo A. Madero. La situación en el Gran Canal, que experimentó un desbordamiento, fue controlada con el despliegue de equipos de bombeo.
El gobierno capitalino ha anunciado que, tras la temporada de lluvias, se iniciará la construcción de nuevos colectores pluviales, el reforzamiento de plantas de bombeo y la edificación de cárcamos. Estas obras buscan ofrecer soluciones permanentes para las alcaldías más vulnerables.
A pesar de las promesas, el episodio reciente subraya la necesidad de una infraestructura más resiliente. Las familias afectadas, quienes ahora esperan apoyos y soluciones concretas, son el rostro de la crisis. El Plan Tlaloque, diseñado para estos escenarios, ha mostrado sus límites, evidenciando que la preparación y la prevención deben ir más allá de las medidas paliativas y requerir una inversión a largo plazo en la infraestructura hídrica de la ciudad.
Con información de EL HERALDO DE MÉXICO