Las calles de la Ciudad de México se han visto invadidas por una marea de propaganda política prematura, promovida principalmente por actores políticos de Morena que aspiran a la jefatura de Gobierno en 2024. Estos promocionales, que están fuera de los tiempos electorales establecidos, no solo violan la legislación...
octubre 13, 2023
Las calles de la Ciudad de México se han visto invadidas por una marea de propaganda política prematura, promovida principalmente por actores políticos de Morena que aspiran a la jefatura de Gobierno en 2024. Estos promocionales, que están fuera de los tiempos electorales establecidos, no solo violan la legislación vigente, sino que también representan una fuente de contaminación que podría agravar la ya problemática situación de desechos en la ciudad.
La propaganda preelectoral en la capital mexicana está en franca contravención de las leyes de Publicidad Exterior de la CDMX, de Instituciones y Procedimientos Electorales, e incluso del Artículo 134 constitucional, que prohíben la promoción personalizada de servidores públicos. Personajes como Clara Brugada, Santiago Taboada, Mauricio Tabe, Omar García Harfuch, Giovani Gutiérrez y algunos diputados locales han saturado el espacio público con carteles, colgantes y lonas en diversas alcaldías.
Jorge Carlos Negrete Vázquez, presidente de la Fundación por el Rescate y Recuperación del Paisaje Urbano (FRRPU), ha denunciado esta situación, calificándola como un «evidente ataque al espacio público y al paisaje urbano». A pesar de la ilegalidad de esta propaganda, las autoridades parecen hacer caso omiso de la violación de las leyes. Negrete Vázquez señaló que se espera que las elecciones en la Ciudad de México generen entre 6,000 y 10,000 toneladas de basura, pero la proliferación de propaganda a destiempo podría incrementar significativamente esta cifra.
La falta de respeto por la normativa se hace patente en la escasa distancia que se respeta entre los anuncios, así como en la colocación de propaganda en árboles, semáforos y otros elementos del mobiliario urbano. Los políticos responsables de esta invasión del espacio público se desligan de la colocación de la propaganda, alegando que proviene de simpatizantes, como lo hicieron meses atrás los aspirantes a la precandidatura presidencial de Morena. Sin embargo, esta justificación no exime la responsabilidad de respetar las leyes electorales.
Un caso especial es el de Clara Brugada y Omar García Harfuch, quienes han renunciado a sus cargos públicos para centrarse en el proceso interno de Morena, que comienza el 5 de noviembre. Sin embargo, no han aclarado la procedencia de los recursos utilizados en esta propaganda y en sus actividades proselitistas.
La Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales establece que los precandidatos a cargos de elección popular no pueden realizar actividades de proselitismo o difusión de propaganda antes del inicio de las precampañas, y la violación de esta disposición puede costar la negativa de registro como precandidato.
A pesar de las regulaciones existentes, la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi), encargada de hacer cumplir la Ley de Publicidad Exterior de la CDMX, se encuentra limitada en su capacidad para retirar la propaganda ilegal. Según Jorge Carlos Negrete, del FRRPU, la facultad de tomar medidas en contra de la propaganda ilegal recae en el Instituto Electoral de la Ciudad de México.
En este contexto, la ciudadanía desempeña un papel fundamental denunciando la invasión del espacio público con propaganda preelectoral. Más allá de sancionar a los actores políticos responsables, es prioritario retirar este tipo de propaganda ilegal y evitar que contribuya al creciente problema de la contaminación en la Ciudad de México y al ejercicio de la democracia.