En el remoto Valle del Río Olteţ, al sur de Rumanía, un hallazgo arqueológico está cambiando la manera en que entendemos la evolución y expansión de nuestros ancestros. Publicado recientemente en la revista Nature, este descubrimiento revela que los primeros homínidos estuvieron presentes en Europa al menos medio millón...
enero 23, 2025
En el remoto Valle del Río Olteţ, al sur de Rumanía, un hallazgo arqueológico está cambiando la manera en que entendemos la evolución y expansión de nuestros ancestros. Publicado recientemente en la revista Nature, este descubrimiento revela que los primeros homínidos estuvieron presentes en Europa al menos medio millón de años antes de lo que se creía, situando al continente en el centro de un momento clave en la evolución humana.
En el yacimiento de Grăunceanu, un verdadero tesoro prehistórico, los investigadores encontraron restos fósiles de animales con marcas de cortes que solo podrían haber sido realizados con herramientas de piedra. Mediante dataciones avanzadas con uranio-plomo, se ha determinado que estos rastros tienen cerca de dos millones de años, adelantando la presencia de homínidos en Europa hasta 500,000 años respecto a lo registrado anteriormente.
Durante el Pleistoceno temprano, Grăunceanu era una mezcla de bosques y estepas habitada por mamuts, rinocerontes, jirafas e incluso pangolines, el último de su tipo registrado en Europa. Este entorno diverso habría representado un desafío para los primeros homínidos, quienes demostraron una impresionante capacidad de adaptación al aprovechar los recursos naturales y sobrevivir en condiciones cambiantes.
El análisis de este paisaje fósil revela la interacción de los homínidos con su entorno, dejando claras evidencias de su presencia, aunque no se hayan encontrado restos humanos. A pocos kilómetros, en Dealul Mijlociu, las herramientas de piedra descubiertas podrían estar relacionadas con las marcas en los huesos de Grăunceanu, reforzando la teoría de que estos homínidos ya eran capaces de modificar su entorno mediante tecnología rudimentaria.
Antes de este hallazgo, el registro más antiguo de homínidos en Europa correspondía a los yacimientos de Dmanisi, en Georgia, datados entre 1.85 y 1.77 millones de años. Sin embargo, los nuevos datos sitúan a los primeros homínidos en Europa hace casi 2 millones de años, posiblemente siguiendo rutas a través del Cáucaso o bordeando el Mar Negro.
La expansión fuera de África no fue un proceso lineal ni uniforme; implicó adaptarse a climas más fríos, enfrentar depredadores desconocidos y buscar fuentes de alimento en territorios inexplorados. Este descubrimiento en Rumanía aporta valiosa información sobre las rutas migratorias y estrategias de supervivencia de nuestros ancestros.
El hallazgo en Grăunceanu no solo amplía la cronología de la presencia humana en Europa, sino que también resalta la importancia de regiones menos estudiadas en el mapa arqueológico. Durante mucho tiempo, las investigaciones se centraron en África y Asia, dejando a Europa como un escenario secundario en las primeras etapas de la evolución humana. Ahora, el Valle del Río Olteţ emerge como un punto crucial para entender la expansión de los homínidos.
El uso de técnicas avanzadas como la datación por uranio-plomo y el análisis isotópico del esmalte dental de animales fósiles permite reconstruir con notable precisión el entorno y las condiciones en las que vivieron estos primeros colonizadores. Los investigadores esperan que este avance inspire nuevas exploraciones en la región y en otros sitios de Europa, abriendo una era prometedora en la arqueología del continente.
Este descubrimiento en Rumanía es un recordatorio de que, en nuestra búsqueda por entender el pasado, cada respuesta genera nuevas preguntas. Grăunceanu representa un capítulo clave en la historia de la humanidad, celebrando la resiliencia, la curiosidad y la capacidad de adaptación que caracterizan a nuestra especie desde sus primeros días.
Con información de: Muy Interesante