Artesanos indígenas mexicanos han denunciado el plagio de sus diseños por parte de marcas y diseñadores internacionales. También, han tachado como una violación a la propiedad intelectual su intento de justificar el uso de estos patrones como un homenaje al patrimonio cultural local. Hacer una típica muñeca de trapo...
enero 6, 2022Artesanos indígenas mexicanos han denunciado el plagio de sus diseños por parte de marcas y diseñadores internacionales. También, han tachado como una violación a la propiedad intelectual su intento de justificar el uso de estos patrones como un homenaje al patrimonio cultural local.
Hacer una típica muñeca de trapo puede demorar hasta 14 horas, mientras que bordar una bolsa implica un trabajo de meses; comentó Carmen Lucio, una mujer indígena otomí, para Sin Embargo. Para sobrevivir, Carmen se encarga de vender las artesanías que ella misma hace, producto de su imaginación e identidad. “Yo lo hago, lo corto, lo mido, luego voy a cortar los estambres”, explica y agrega que dedica tres meses para bordar y terminar una bolsa.
Grandes empresas incorporadas han copiado y reproducido este contenido en sus propios modelos.
La representante de los pueblos indígenas de Latinoamérica y el Caribe ante la ONU, Irma Pineda, afirmó que “es un argumento falaz de estas empresas, que lo único que buscan es justificar o matizar el robo que están haciendo de las creaciones de los pueblos”, y agregó que es “un abuso y un robo descarado”.
El plagio a los diseños e identidad cultural de pueblos y comunidades indígenas por parte de empresas nacionales y extranjeras, desconoce la autoría sobre su patrimonio y afecta sus derechos de creación y recreación.
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— CNDH en México (@CNDH) February 23, 2020
Hoy la Cámara Alta de la República, aprobó por unanimidad la Ley Federal de Protección del Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas, que estipula que todo aquel que robe o plagie la identidad textil y cultural de los pueblos autóctonos podrá recibir una pena de hasta 20 años de cárcel.
“Si las comunidades y la gente se organizan para exigir el respeto a sus derechos se logra bastante”, afirma Pineda, y subraya que finalmente “estas marcas se han visto obligadas a pedir disculpas públicas”, e incluso, “algunas han tenido que retirar del mercado los diseños plagiados”.
Con información de Sin Embargo.