El 31% de los jóvenes en México vive en pobreza, con salarios bajos y sin acceso a derechos sociales, lo que amenaza el llamado ‘bono demográfico’. El bono demográfico: ¿Oportunidad perdida? La pobreza continúa siendo un desafío significativo en México, afectando particularmente a la población joven. A pesar de...
agosto 23, 2025
El 31% de los jóvenes en México vive en pobreza, con salarios bajos y sin acceso a derechos sociales, lo que amenaza el llamado ‘bono demográfico’.
La pobreza continúa siendo un desafío significativo en México, afectando particularmente a la población joven. A pesar de una ligera disminución en los últimos años, persisten retos estructurales que impactan directamente en las nuevas generaciones. El 31% de los jóvenes entre 12 y 29 años, lo que se traduce en 11.8 millones de personas, vive en pobreza, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Esto significa que sus ingresos no son suficientes para cubrir las necesidades básicas, y carecen de acceso a derechos sociales como salud, educación, seguridad social, vivienda o alimentación.
De este grupo, 2.1 millones, el 5.6%, se encuentran en pobreza extrema, enfrentando una carencia de ingresos y al menos tres deficiencias sociales. Esta situación es especialmente crítica para los adolescentes de 12 a 17 años, donde el 36% vive en pobreza y el 6.6% en extrema pobreza, cifras que, aunque disminuyen ligeramente, se mantienen preocupantes para el segmento de 18 a 29 años. Rogelio Gómez, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, advierte que el «bono demográfico» del país, la gran cantidad de jóvenes en edad productiva, se está perdiendo y corre el riesgo de convertirse en un pasivo social.
Detrás de estas cifras, los jóvenes se enfrentan a un panorama laboral adverso. La falta de experiencia y la intensa competencia por una vacante son obstáculos que resultan en informalidad, bajos salarios y extensas jornadas de trabajo. Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) resalta que en América Latina, incluyendo a México, la tasa de desempleo juvenil triplica la de los adultos. Además, cerca del 60% de los jóvenes se desempeña en el sector informal, limitando su acceso a la seguridad social y a condiciones dignas de empleo.
Esta precariedad se agrava con la expansión de nuevas modalidades laborales, como el trabajo en plataformas digitales, que, a pesar de ofrecer flexibilidad, a menudo carecen de las protecciones laborales mínimas. Un estudio de ManpowerGroup y Junior Achievement Americas revela que el 83% de los jóvenes ha encontrado dificultades para conseguir empleo, con el 60% señalando la falta de experiencia como su principal barrera.
Con información de: El Economista