La tormenta que exhibió la infraestructura deficiente de la CDMX La mañana de este lunes, el Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” (AICM) reanudó sus operaciones tras una suspensión de más de diez horas que evidenció la vulnerabilidad de la infraestructura capitalina frente a fenómenos meteorológicos. Una tormenta atípica con precipitaciones...
agosto 11, 2025
La mañana de este lunes, el Aeropuerto Internacional “Benito Juárez” (AICM) reanudó sus operaciones tras una suspensión de más de diez horas que evidenció la vulnerabilidad de la infraestructura capitalina frente a fenómenos meteorológicos.
Una tormenta atípica con precipitaciones intensas colapsó el sistema de drenaje pluvial del aeropuerto, afectando pistas, terminales y vialidades. La suspensión de actividades, iniciada el domingo a las 19:45 horas, buscó salvaguardar la seguridad de los pasajeros, pero desencadenó un caos que impactó a 104 vuelos y a 14,892 personas.
Durante la contingencia, algunos vuelos fueron redirigidos a aeropuertos alternos, como el de Acapulco y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), mientras que los pasajeros en tierra se enfrentaron a la impotencia de las demoras y a la imagen desoladora de terminales inundadas.
Las operaciones se restablecieron de forma gradual, primero parcialmente a la medianoche con la reapertura de una pista, y finalmente por completo a las 6:00 horas, con la puesta en marcha de la segunda pista afectada.
La magnitud de la tormenta superó la capacidad de drenaje del AICM, a pesar de que el aeropuerto afirmó haber realizado mantenimiento reciente. Equipos de desazolve y motobombas tuvieron que ser desplegados para liberar el agua acumulada en pistas, plataformas y zonas operativas.
Este evento subrayó la fragilidad de los sistemas de drenaje de la ciudad, un problema que afecta no solo a la principal terminal aérea del país, sino también a las vialidades circundantes, que quedaron bloqueadas por las inundaciones.
El caos se extendió fuera del aeropuerto. El Gobierno de la Ciudad de México activó el Operativo Tlaloque para brindar apoyo a los conductores y residentes de las zonas afectadas. Las redes sociales se llenaron de imágenes de las terminales 1 y 2, mostrando el colapso operativo y la frustración de miles de viajeros que vieron sus planes truncados por una emergencia que, a pesar de ser de origen natural, puso en tela de juicio la capacidad de respuesta de las autoridades y la solidez de la infraestructura urbana.
Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum reconoció que, aunque se han hecho inversiones en sistemas pluviales, la intensidad de las lluvias “supera la capacidad de desahogo inmediato”. Este reconocimiento viene después de que se registraran 81 milímetros de precipitación en el Centro Histórico, el punto más afectado de la capital.
La mandataria, no obstante, destacó que la rápida operación de los equipos de desazolve permitió que las inundaciones no se prolongaran, un atenuante que no borra la imagen de vulnerabilidad de una metrópolis que se ve superada por los eventos climáticos.
Las autoridades capitalinas han advertido que este año se han roto récords de precipitación y que los meses siguientes podrían ser los más críticos de la temporada. Ante este panorama, el AICM ha prometido mantener medidas preventivas y una coordinación estrecha con Protección Civil, buscando evitar que una situación de esta magnitud vuelva a paralizar el tráfico aéreo, afectando a la economía y a la confianza de los usuarios.
La respuesta de las autoridades subraya la necesidad de una revisión profunda en la infraestructura, ya que la temporada de lluvias continuará desafiando la capacidad de la ciudad para gestionarlas.
Con información de: El Economista