Detrás del imponente paisaje urbano de la Ciudad de México se esconde un secreto verde: una amplia variedad de árboles frutales que prosperan en su clima y suelo. Estos árboles no solo adornan la ciudad con su frescura y verdor, sino que también ofrecen una fuente invaluable de alimentos...
abril 9, 2024
Detrás del imponente paisaje urbano de la Ciudad de México se esconde un secreto verde: una amplia variedad de árboles frutales que prosperan en su clima y suelo. Estos árboles no solo adornan la ciudad con su frescura y verdor, sino que también ofrecen una fuente invaluable de alimentos frescos y saludables para aquellos que se animan a cultivarlos.
La capital del país cuenta con una superficie de 371.5 hectáreas dedicadas a la producción frutal, de las cuales se cosechan aproximadamente mil 809.57 toneladas anuales. Esta producción se reparte en siete alcaldías: Xochimilco, Tláhuac, Milpa Alta, Magdalena Contreras, Tlalpan, Cuajimalpa y Álvaro Obregón. Lo más destacado es que la totalidad de estas frutas son de origen orgánico, cultivando una variedad que incluye capulín, chabacano, ciruela, durazno, frambuesa, higo, manzana, pera, tejocote y zarzamora.
Manzanas y frambuesas, las reinas de la producción
Entre la amplia gama de frutos que se cosechan en la Ciudad de México, la manzana se alza como la reina indiscutible, seguida de cerca por la pera. Sin embargo, la producción de frambuesa también merece una mención especial, ya que ha posicionado a la capital en el noveno lugar a nivel nacional en cuanto a su cultivo.
Plantar un árbol frutal: Una experiencia gratificante
Si te animas a cultivar tus propias frutas en la Ciudad de México, es importante seguir algunos pasos para asegurar el éxito de tu proyecto. En primer lugar, debes elegir un sitio en tu jardín o terreno que reciba suficiente luz solar directa y tenga un buen drenaje. También es fundamental asegurarte de que haya espacio suficiente para que el árbol crezca sin obstáculos, considerando su altura y la sombra que proyectará en el futuro. La mayoría de los árboles frutales se plantan mejor durante la temporada de reposo, generalmente a finales del invierno o principios de la primavera, cuando el suelo aún está fresco pero no congelado.
Cultivar tus propios árboles frutales no solo te proporcionará una fuente de alimentos frescos y saludables, sino que también te permitirá disfrutar del placer de ver crecer y florecer tus propios frutos. Un oasis verde en el corazón de la ciudad que te brindará satisfacción y un sinfín de sabores.
Fuente: Infobae