Copyright © Brand 2021
En la oscura trama de extorsiones que asolan a los comerciantes de la Ciudad de México, un valiente testimonio emerge, ilustrando la impunidad que permea este flagelo. Una joven comerciante, cuyo coraje la llevó a denunciar a sus extorsionadores, se convierte en la voz de muchos que padecen en...
noviembre 13, 2023
En la oscura trama de extorsiones que asolan a los comerciantes de la Ciudad de México, un valiente testimonio emerge, ilustrando la impunidad que permea este flagelo. Una joven comerciante, cuyo coraje la llevó a denunciar a sus extorsionadores, se convierte en la voz de muchos que padecen en silencio, temerosos de represalias tanto de las bandas delictivas como de la propia policía.
La víctima, cuya identidad se mantiene en resguardo por seguridad, no solo enfrentó la amenaza constante de «Los Duarte», una banda infame vinculada a innumerables delitos en los alrededores del Mercado de La Merced, sino que también sufrió la brutalidad de ser despojada de su hogar y de ver a su familia golpeada. La razón detrás de este calvario: negarse a pagar el infame «derecho de piso».
Lo más alarmante es que este acto de violencia no ocurrió aislado ni bajo la mirada inadvertida de las autoridades. Elementos de la policía de la Ciudad de México, quienes hasta hace poco estaban bajo la dirección de Omar García Harfuch, actual aspirante a la candidatura al gobierno capitalino, fueron testigos presenciales de la agresión a la comerciante.
La llamada de auxilio no fue en vano. Cuando los extorsionadores asediaban a la valiente denunciante, la policía acudió al lu logar, pero en un giro desconcertante de los acontecimientos, no intervinieron para defender a la víctima ni detuvieron a los agresores. Este perturbador episodio arroja luz sobre la problemática de la colusión entre las fuerzas del orden y las bandas criminales, dejando en evidencia la falta de integridad en las instituciones encargadas de proteger a la ciudadanía.
Estos eventos aberrantes son solo la punta del iceberg en un contexto más amplio de extorsiones que afectan a los comerciantes capitalinos. Un estudio reciente del Senado revela cifras alarmantes: hasta 15 mil fraudes y 13 mil extorsiones ocurren diariamente en México. El miedo a represalias y la desconfianza en las instituciones desalientan a las víctimas de alzar la voz, contribuyendo así a la perpetuación de esta práctica delictiva.
El caso de la joven comerciante se erige como un llamado de atención a las autoridades y a la sociedad en su conjunto. Es imperativo abordar la corrupción y la colusión que permiten que estos actos de violencia y extorsión persistan. La impunidad no puede ser la norma, y la ciudadanía merece un entorno seguro para llevar a cabo sus actividades comerciales sin temor a represalias.
La denuncia de esta valiente comerciante no solo debe ser un acto aislado, sino un catalizador para un cambio estructural en el abordaje de la extorsión en la Ciudad de México. La justicia y la seguridad son derechos fundamentales que deben prevalecer sobre la impunidad y la complicidad.
Fuente: Latinus
