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Un verdadero diluvio puso fin a nueve meses de sequía en el Valle de México, trayendo consigo un alivio generalizado para la población y ecosistemas de la región. Las ansiadas lluvias, que comenzaron la noche del miércoles 19 de junio, han incrementado considerablemente los niveles de agua en las...
junio 25, 2024
Un verdadero diluvio puso fin a nueve meses de sequía en el Valle de México, trayendo consigo un alivio generalizado para la población y ecosistemas de la región. Las ansiadas lluvias, que comenzaron la noche del miércoles 19 de junio, han incrementado considerablemente los niveles de agua en las presas del Sistema Cutzamala, ofreciendo una esperanza tangible para terminar con la severa crisis hídrica que aquejaba a la zona.
Las precipitaciones, que en algunos puntos superaron los 150 milímetros, representan un verdadero oasis para las comunidades que han sufrido por la falta de agua. «Bendito sea el señor», exclamó Hugo Plata Tinoco, gerente operativo de las Comisiones de Cuenca Valle de Bravo-Amanalco y Villa Victoria-San José del Rincón, al celebrar la llegada de las lluvias.
Con la llegada de la temporada de lluvias y el repunte en los niveles de las presas, el fantasma del Día Cero, fecha prevista para el 26 de junio en la que el Sistema Cutzamala alcanzaría su límite mínimo de operación, se ha alejado considerablemente. Las autoridades confían en que, con la continuación de las precipitaciones y la aplicación de medidas de gestión hídrica, el riesgo de llegar a este escenario crítico se ha disipado.
Las lluvias no solo traen alivio para el consumo humano, sino también para el sector agrícola y turístico. Los productores de Zitácuaro, por ejemplo, se vieron amenazados por la pérdida de 30 mil árboles de guayaba por la falta de agua para riego. Las precipitaciones recientes les han dado un respiro vital para asegurar sus cosechas.
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La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha implementado una estrategia integral para enfrentar la sequía, que incluye la aplicación de recortes en el suministro de agua, la búsqueda de nuevas fuentes de abastecimiento y la promoción del uso responsable del agua entre la población.
Si bien las lluvias recientes han traído un alivio significativo, las autoridades insisten en la necesidad de mantener un uso responsable del agua y de continuar con las medidas de gestión hídrica para garantizar la disponibilidad del recurso a largo plazo. Se espera que, con la llegada del fenómeno de La Niña a finales de julio, las condiciones mejoren aún más, permitiendo avanzar hacia una recuperación gradual de los niveles en las presas.
La sequía ha dejado lecciones importantes, pero también ha demostrado la capacidad de resiliencia de las comunidades del Valle de México. Con la colaboración de todos los sectores y un manejo responsable del agua, la región se encamina hacia un futuro más sostenible.
Fuente: Excelsior
