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En las calles de la Ciudad de México, un problema silencioso se desarrolla a diario mientras niños y niñas en situación de calle luchan por sobrevivir en medio de desalojos violentos y la constante amenaza de ser separados de sus familias por las autoridades. El aumento de la violencia...
mayo 3, 2024
En las calles de la Ciudad de México, un problema silencioso se desarrolla a diario mientras niños y niñas en situación de calle luchan por sobrevivir en medio de desalojos violentos y la constante amenaza de ser separados de sus familias por las autoridades.
El aumento de la violencia en los operativos de desalojo ha generado un clima de miedo entre estas poblaciones vulnerables. Niños como Emilio, de 8 años, relatan cómo han aprendido a reconocer a los funcionarios públicos que intentan llevarlos por la fuerza a casas hogar. Emilio y su prima Mónica se esconden entre puestos de tianguis o estaciones de metro para evitar ser separados de sus padres.
Aunque algunos relatan estas experiencias con risas, especialistas de la asociación civil El Caracol advierten sobre las consecuencias devastadoras en la salud mental de estos niños. La violencia institucionalizada deja marcas de miedo, tristeza y ansiedad, y en ocasiones, la separación de sus familias puede ser permanente.
El Caracol brinda apoyo a estos niños mediante actividades educativas y terapias psicológicas, adaptándose a las difíciles condiciones en las que viven. Sin embargo, la lucha es ardua, con obstáculos como la falta de recursos económicos y la resistencia de las autoridades.
Según testimonios, los desalojos se han vuelto más violentos y sistemáticos en los últimos años, con el objetivo no solo de recuperar el espacio público, sino de institucionalizar por la fuerza a quienes viven en la calle. La directora de la asociación, Elizabeth Valencia, señala la existencia de una política de hostigamiento que incluye acciones como mojar a las personas durante los operativos.
Las familias afectadas, como la de Patricia, enfrentan situaciones desesperadas. Ella relata cómo la policía la ha amenazado con quitarle a sus nietos y cómo ha tenido que recurrir a la ayuda de El Caracol para protegerlos.
El drama se agudiza con casos como el de Margarita, quien lucha por recuperar a su nieta después de que fuera separada de su hija en un albergue. La falta de información sobre el paradero y el estado de salud de la niña, así como los requisitos burocráticos, hacen que el proceso sea aún más angustiante.
En medio de este panorama desolador, El Caracol denuncia la falta de medidas adecuadas por parte de las autoridades para proteger a estas familias y garantizar la unidad familiar. La abogada Ximena Mendoza destaca la necesidad de un enfoque integral que considere las circunstancias de cada familia y procure su bienestar en conjunto.
Mientras tanto, familias como la de Armando luchan por reconstruir sus vidas y recuperar a sus seres queridos. A pesar de los desafíos, mantienen viva la esperanza de un futuro mejor.
La situación de los niños en situación de calle en la Ciudad de México es un llamado urgente a la acción, exigiendo medidas concretas para proteger sus derechos y garantizar su bienestar integral.
Fuente: Animal Político
