Cada martes, el Hospital Pediátrico de Coyoacán se llena de alegría y esperanza gracias a la visita de peludos terapeutas del Centro de Actividades y Terapias Asistidas con Caninos (Cenatac). Estos perros, adoptados, rescatados o donados, tienen la noble misión de brindar apoyo emocional y reducir el estrés a...
julio 4, 2024
Cada martes, el Hospital Pediátrico de Coyoacán se llena de alegría y esperanza gracias a la visita de peludos terapeutas del Centro de Actividades y Terapias Asistidas con Caninos (Cenatac). Estos perros, adoptados, rescatados o donados, tienen la noble misión de brindar apoyo emocional y reducir el estrés a decenas de niñas y niños que se encuentran en tratamiento o recuperación.
A las 8:00 de la mañana en punto, Samantha, Pericles, Alana y Leia, junto a otros cuatro compañeros caninos, comienzan su recorrido por las áreas de consulta externa, urgencias, cirugía, preescolares y lactantes. Tras una doble limpieza para garantizar la higiene, estos héroes de cuatro patas se preparan para contagiar alegría y levantar el ánimo de los pequeños pacientes.
«Es un cambio de ánimo total cuando llegan», comenta la Dra. María del Carmen Jaimes, directora del Hospital Pediátrico de Coyoacán. «Los papás se sorprenden y los niños se emocionan al ver a los perritos. Es parte fundamental del tratamiento que ofrecemos en el hospital», agrega.
Este hospital, adscrito al IMSS-Bienestar, atiende a diario a más de 40 pacientes provenientes de la Ciudad de México, el Estado de México, Guerrero, Oaxaca y otros estados cercanos. Uno de ellos es Raziel, un adolescente de 13 años que recientemente se fracturó el brazo tras una caída de su moto. Antes de entrar al quirófano, Raziel solicitó el apoyo de Samantha, una golden retriever de gran corazón.
«Llevo una semana aquí y esta es la segunda vez que los veo», cuenta Raziel con una sonrisa. «Me siento feliz porque se parecen a mi perro Rocky. Aquí se suben a la cama y me dejan acariciarlos. Su pelaje es suave y les gustan las caricias», confiesa.
Un equipo canino excepcional
El Cenatac, organización dedicada al adiestramiento y preparación de perros para terapias asistidas, trabaja en conjunto con el Hospital Pediátrico de Coyoacán para brindar este invaluable apoyo. Su equipo está conformado por 16 perros en activo y 4 cachorros en entrenamiento, todos ellos seleccionados por su carácter dócil, alegre, tolerante y juguetón.
«Tenemos perros de todas las razas y tamaños», explica Vanessa Pallares, directora y técnica manejadora del Cenatac. «Lo importante es que tengan un buen carácter y la capacidad de interactuar positivamente con los niños», agrega.
Alana, una poodle rescatada del abandono hace cinco años, es un ejemplo palpable de la labor del Cenatac. Tras ser rescatada y evaluada, se descubrió que su carácter dócil y alegre la convertía en una candidata ideal para las terapias. Desde entonces, Alana dedica sus días a llevar alegría y esperanza a los pequeños pacientes del Hospital Pediátrico de Coyoacán.
En los dos años que lleva en funcionamiento este programa, se han realizado más de 36 mil 884 atenciones gratuitas, desde saludos hasta caricias y abrazos. El 20% de estas atenciones se han brindado en el área de operaciones y rehabilitación, donde los perros trabajan de 10 a 40 minutos con niños en recuperación.
La labor de los perros terapeutas del Cenatac en el Hospital Pediátrico de Coyoacán es un claro ejemplo de cómo el amor y la compañía animal pueden tener un impacto positivo en la salud y el bienestar de las personas, especialmente en los momentos más difíciles. Gracias a estos peludos héroes, la estancia hospitalaria de muchos niños se vuelve más llevadera y llena de esperanza.
Fuente: El Sol de México