La madrugada de este lunes 5 de agosto, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) reportó un microsismo de magnitud 2.4 en la alcaldía Álvaro Obregón de la Ciudad de México. El sismo, que se registró a las 4:30 horas, tuvo su epicentro a 3 kilómetros al suroeste de dicha colonia...
agosto 5, 2024
La madrugada de este lunes 5 de agosto, el Servicio Sismológico Nacional (SSN) reportó un microsismo de magnitud 2.4 en la alcaldía Álvaro Obregón de la Ciudad de México. El sismo, que se registró a las 4:30 horas, tuvo su epicentro a 3 kilómetros al suroeste de dicha colonia y se localizó a una profundidad de 1 kilómetro. Afortunadamente, no se reportaron daños significativos ni se activó la alerta sísmica.
Aunque este evento no causó mayor alarma, es un recordatorio de que México se encuentra en una región de alta actividad sísmica. El país está situado en una zona donde interactúan cinco placas tectónicas: la placa de Norteamérica, la placa del Pacífico, la placa de Cocos, la placa de Rivera y la placa del Caribe.
Esta interacción tectónica provoca que los sismos sean frecuentes y, en ocasiones, de gran intensidad. Según el SSN, cada año se registran en México alrededor de 90 sismos con magnitudes superiores a 4 grados en la escala de Richter.
Las autoridades no han emitido comunicados adicionales respecto a este microsismo. Sin embargo, la situación sirve como un recordatorio de la importancia de estar preparados ante la posibilidad de un sismo. La preparación y la educación sobre cómo actuar durante y después de un evento sísmico pueden salvar vidas y minimizar daños.
El SSN y las autoridades de Protección Civil continúan monitoreando la actividad sísmica en todo el país y están preparados para actuar en caso de que se presenten eventos de mayor magnitud. La Ciudad de México cuenta con una red de sensores sísmicos que permiten detectar temblores y, en casos de sismos significativos, activar la alerta sísmica para que la población pueda tomar las precauciones necesarias.
En eventos como el registrado esta madrugada, es natural que la población se sienta intranquila, especialmente quienes viven en zonas de alta actividad sísmica. No obstante, la prevención y la educación son nuestras mejores herramientas para enfrentar estos fenómenos naturales.
Con información de: Debate