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México ha sido identificado como el país más peligroso del mundo para funcionarios públicos locales, incluyendo alcaldes, concejales y empleados de gobiernos subnacionales. Así lo advierte la Iniciativa global de Datos y Ubicación de Conflictos Armados (ACLED) en su más reciente informe, correspondiente a 2024. El estudio revela un...
junio 21, 2025
México ha sido identificado como el país más peligroso del mundo para funcionarios públicos locales, incluyendo alcaldes, concejales y empleados de gobiernos subnacionales. Así lo advierte la Iniciativa global de Datos y Ubicación de Conflictos Armados (ACLED) en su más reciente informe, correspondiente a 2024.
El estudio revela un alarmante incremento del 29% en eventos de violencia (asesinatos, ataques armados, secuestros y desapariciones) contra servidores públicos locales, sumando 324 incidentes en 2024. Esta cifra supera incluso a naciones con conflictos armados internos como Myanmar.
La categoría de «funcionarios públicos locales» abarca a empleados de gobiernos subnacionales, como lo demuestran los recientes asesinatos de Ximena Guzmán, secretaria particular de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, y de su asesor José Muñoz, el pasado 20 de mayo en la capital. Otro caso trágico es el del presidente municipal de Tacámbaro, Michoacán, Salvador Bastida García, y su escolta, Pastor Cortez Álvarez, victimados a balazos el 4 de junio.
Sandra Pellegrini, analista principal de la ACLED para América Latina, explicó a Proceso que estos ataques son “un indicador preocupante de que en 2025 las figuras políticas, especialmente a nivel local, continúan estando bajo amenaza”. Aunque los primeros cinco meses de 2025 han registrado menos ataques que el mismo periodo de 2024 (un año electoral particularmente violento), los procesos electorales, sobre todo locales, siguen siendo un motor importante de violencia.
Un ejemplo claro es Veracruz, donde los datos de ACLED muestran un repunte en incidentes contra actores políticos locales (incluyendo autoridades electorales), así como protestas y disturbios poselectorales entre mayo y lo que va de junio.
Además del calendario electoral, las disputas por el control político entre actores locales de poder y los ataques vinculados al crimen organizado continúan ocurriendo. Pellegrini señala que la reconfiguración de la delincuencia organizada, especialmente las disputas dentro del Cártel de Sinaloa, “también podrían estar generando nuevos focos de disputa criminal y un mayor riesgo para las figuras políticas”. Estas últimas, agrega, “podrían convertirse en blanco de grupos armados que buscan reforzar su control de recursos y posiciones de poder a nivel local”.
El informe de ACLED destaca que la violencia en México se concentra en estados disputados por grupos criminales como Guerrero, Veracruz, Michoacán, Sinaloa y Guanajuato. La competencia política local y el descontento por los resultados electorales también avivaron la violencia en las elecciones generales del año pasado.
En Chiapas, el segundo estado más violento para funcionarios locales, casi la mitad de los ataques ocurrieron en contexto electoral, debido principalmente a simpatizantes que dañaron material electoral para obstruir resultados. El informe añade que Chiapas es también “un foco de tensión en una disputa territorial criminal por el control de la frontera”.
A nivel global, los países más violentos de 2024 para funcionarios locales fueron México, Myanmar, India, Nigeria y Filipinas. Aunque 2024 fue violento en México por las elecciones, Data Cívica reporta un aumento de víctimas fatales en 2025: de 33 funcionarios asesinados entre enero y marzo de 2024 a 43 en el mismo periodo de 2025.
ACLED subraya que el riesgo para funcionarios locales no se limita a periodos electorales. En Sinaloa, por ejemplo, la violencia contra funcionarios históricamente baja, se disparó tras la lucha interna de poder entre Los Chapitos y Los Mayos en septiembre pasado. Más de la mitad de los ataques en 2024, incluyendo robos de vehículos a alcaldes, ocurrieron después del estallido del conflicto.
Según el informe, estos ataques buscan presionar a las autoridades para que favorezcan intereses de grupos armados o asegurar control territorial ante el debilitamiento de ciertas organizaciones.
ACLED ya había clasificado a México en su Índice de Conflictos 2024 como el país sin una guerra regular más peligroso y violento, señalando una «guerra civil de cárteles». La organización concluye que, mientras continúen los conflictos armados, la polarización política y el malestar social, los funcionarios locales seguirán expuestos a intensos niveles de violencia. En 2024, el 47% de las agresiones contra funcionarios locales en América Latina y el Caribe (la segunda región más peligrosa del mundo) ocurrieron en México.
