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De García Barragán, participando en la Matanza de Tlatelolco en 1968 a García Harfuch con Ayotzinapa.

Este miércoles, Omar García Harfuch, ex secretario de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, anunció su participación en el proceso interno de Morena para seleccionar al candidato a la Jefatura de Gobierno de la capital del país. Su decisión ha puesto nuevamente el foco en una familia...

octubre 3, 2023

Este miércoles, Omar García Harfuch, ex secretario de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, anunció su participación en el proceso interno de Morena para seleccionar al candidato a la Jefatura de Gobierno de la capital del país. Su decisión ha puesto nuevamente el foco en una familia cuya historia ha tenido un impacto significativo en México a lo largo de las décadas.

Omar García Harfuch ha estado bajo el escrutinio público recientemente debido a su participación en la llamada «junta de autoridades» que confeccionó la «verdad histórica» sobre la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, según declaraciones de Alejandro Encinas.

Sin embargo, en la familia de García Harfuch, hay otro miembro que estuvo involucrado en un episodio de violencia estudiantil de gran trascendencia en la historia de México. Nos referimos a Marcelino García Barragán, abuelo paterno de Omar García Harfuch.

Marcelino García Barragán

Marcelino García Barragán, nacido en 1895, tuvo una carrera militar que lo llevó a participar en la Revolución Mexicana. Inicialmente, fue partidario de Francisco Villa y la División del Norte. Sin embargo, posteriormente se unió al Constitucionalismo de Venustiano Carranza en 1915, después de la derrota de Villa en Celaya.

En 1943, fue elegido como Gobernador de Jalisco, cargo que ocupó hasta 1947. Su carrera alcanzó su punto culminante cuando el Presidente Gustavo Díaz Ordaz lo designó secretario de la Defensa Nacional en 1964, puesto que ocupó durante los seis años de su Gobierno.

Sin embargo, el legado de Marcelino García Barragán está inextricablemente vinculado a su papel en la Matanza de Tlatelolco del 2 de octubre de 1968. Durante este evento trágico, el ejército y la policía abrieron fuego contra manifestantes en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, Ciudad de México, en el contexto de protestas estudiantiles. García Barragán era el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional en ese momento y desempeñó un papel relevante en la toma de decisiones relacionadas con la respuesta gubernamental a las protestas.

Después de la represión a los estudiantes, García Barragán compareció ante los medios y justificó la intervención del ejército, alegando que se había pedido la intervención del ejército para sofocar un supuesto tiroteo entre dos grupos de estudiantes. En su declaración, enfatizó que México era un país de libertad y que no se declararía el estado de sitio.

Javier García Paniagua

Marcelino García Barragán falleció el 3 de septiembre de 1979, pero su papel en la historia de México y su participación en uno de los episodios más sombríos del país aún son recordados.

Por otro lado, el padre de Omar García Harfuch, Javier García Paniagua, también dejó su huella en la política mexicana. Nacido en 1935, fue aspirante a la presidencia de México en 1981. A lo largo de su carrera política, ocupó cargos relevantes como senador de la República, secretario general del Comité Ejecutivo Nacional del PRI y titular de la desaparecida Dirección Federal de Seguridad (DFS). Esta última fue una dependencia de la Secretaría de Gobernación configurada como la policía política del Estado y encargada de la guerra sucia en los años setenta. Además, Javier García Paniagua ocupó importantes cargos como secretario de la Reforma Agraria, secretario del Trabajo y Previsión Social, y Director General de la Lotería Nacional. Murió de un infarto el 24 de noviembre de 1998.

La historia de la familia García Harfuch es un recordatorio de cómo las decisiones y acciones de los miembros de una familia pueden tener un impacto duradero en la historia de un país y es curioso que de una u otra forma el patrón se repite de generación en generación, faltará ver el rumbo que tome la carrera política de Omar García Harfuch.

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