La Ciudad de México presenta un rezago significativo en movilidad social educativa, según un reciente estudio del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY). A pesar de los avances en otros ámbitos, las nuevas generaciones capitalinas no están superando los niveles educativos de sus padres como sí ocurre en otras...
octubre 11, 2024
La Ciudad de México presenta un rezago significativo en movilidad social educativa, según un reciente estudio del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY). A pesar de los avances en otros ámbitos, las nuevas generaciones capitalinas no están superando los niveles educativos de sus padres como sí ocurre en otras partes del país.
El reporte revela que el 43% de los hijos de padres con bajo nivel educativo se quedan estancados en el mismo estrato, mientras que solo un pequeño porcentaje logra ascender. Esta situación se atribuye no a una falta de infraestructura o docentes, sino a la carencia de mecanismos de seguimiento y apoyo para estudiantes con dificultades de aprendizaje.
Rodolfo de la Torre, director de movilidad social del CEEY, señala que la deserción escolar es un problema recurrente que no se ha abordado de manera efectiva. «Los jóvenes abandonan la escuela porque se sienten frustrados y prefieren trabajar», explica.
El estudio destaca que, a nivel nacional, los hijos superan en promedio un 29% el índice educativo de sus padres, mientras que en la Ciudad de México esta cifra se reduce al 27%. La pandemia, aunque representó un obstáculo, no es la causa principal de este rezago, ya que el problema se arrastra desde años atrás.
En cuanto a la salud, el panorama es más alentador. La mayoría de los hijos superan a sus padres en el índice de salud, gracias a mejoras en la coordinación de servicios médicos. Sin embargo, la Ciudad de México sigue siendo la entidad con mayor transmisión intergeneracional de desigualdades en acceso a servicios de salud.
Para revertir esta situación, el CEEY propone implementar programas preventivos que identifiquen a estudiantes con riesgo de abandono y brinden tutorías personalizadas. Además, es necesario diseñar políticas públicas enfocadas en evitar la deserción escolar y promover la reintegración de los jóvenes a las aulas.
La movilidad social educativa es un indicador clave del desarrollo de una sociedad. El rezago de la Ciudad de México en este ámbito representa un desafío que requiere de una atención urgente por parte de las autoridades educativas y gubernamentales.
Vía: Luces del Siglo