Tras el cierre de las campañas electorales en la Ciudad de México, la promesa de retirar la «basura electoral» ha quedado en entredicho. Según datos del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), hasta la fecha se han registrado 45 toneladas de materiales propagandísticos retirados únicamente en seis...
julio 2, 2024
Tras el cierre de las campañas electorales en la Ciudad de México, la promesa de retirar la «basura electoral» ha quedado en entredicho. Según datos del Instituto Electoral de la Ciudad de México (IECM), hasta la fecha se han registrado 45 toneladas de materiales propagandísticos retirados únicamente en seis de las 16 alcaldías capitalinas.
Este número contrasta severamente con las estimaciones de Greenpeace México, que calcula que durante las campañas se generaron más de 25,000 toneladas de residuos plásticos y materiales propagandísticos en toda la ciudad.
Partidos políticos y candidatos aseguran haber implementado acciones para el retiro y posible reciclaje de estos materiales, aunque la falta de información detallada y transparente sobre la cantidad y el destino final de la basura electoral ha generado preocupaciones entre los ciudadanos y organizaciones ambientalistas.
Ornella Garelli, activista de Greenpeace México, destacó la gravedad de la situación ambiental que provoca la «basura electoral». En entrevista, subrayó cómo estos residuos pueden contribuir a la contaminación de ecosistemas terrestres y marinos, exacerbando la crisis global de contaminación plástica.
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Durante las campañas, los partidos políticos y coaliciones no solo compitieron en las urnas, sino también en las calles de la capital por la colocación de materiales propagandísticos como lonas, pendones y vinilonas. Según el portal de fiscalización del Instituto Nacional Electoral, los gastos en propaganda fueron significativos, con cifras millonarias invertidas en diversos tipos de materiales plásticos.
Sin embargo, a pesar de la transparencia en los gastos económicos, la opacidad persiste en cuanto a la gestión de los residuos generados. Los candidatos y partidos no han proporcionado información detallada sobre la cantidad de residuos plásticos utilizados ni sobre los planes efectivos de reciclaje o reutilización.
El Instituto Electoral de la Ciudad de México emitió un llamado a las 16 alcaldías y al gobierno central para el retiro obligatorio de la propaganda electoral conforme a la normativa electoral vigente. Hasta la fecha, solo seis alcaldías han reportado el retiro de 45 toneladas de material propagandístico, mientras que la Secretaría de Obras y Servicios de la Ciudad de México ha trasladado estos residuos al Centro de Transferencia de Basura de Aragón.
Clara Brugada, jefa de Gobierno electa, anunció la transformación de la propaganda en tabiques ecológicos, y Santiago Taboada propuso la reutilización de lonas en bolsas. Sin embargo, la falta de datos concretos sobre la cantidad recolectada y el progreso en la transformación de estos materiales pone en duda la efectividad de estas medidas.
A pesar de los esfuerzos visibles por parte de algunos candidatos y partidos, persiste la incertidumbre sobre el impacto ambiental y la gestión final de la «basura electoral». La falta de información transparente y la ausencia de planes de reciclaje concretos subrayan la necesidad urgente de establecer prácticas sostenibles y responsables en futuros procesos electorales para mitigar el impacto ambiental de la propaganda política en la Ciudad de México.
Con información de: Expansión Política