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Seis de cada siete personas en el mundo experimentan angustia e inseguridad, informó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). De acuerdo con el informe Las nuevas amenazas para la seguridad humana en el Antropoceno, antes de la pandemia de COVID-19, las personas tenían una vida más...
febrero 9, 2022
Seis de cada siete personas en el mundo experimentan angustia e inseguridad, informó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
De acuerdo con el informe Las nuevas amenazas para la seguridad humana en el Antropoceno, antes de la pandemia de COVID-19, las personas tenían una vida más sana, más próspera y con mejores condiciones.
Sin embargo, «Aun así, empezó a arraigarse una creciente sensación de malestar que ahora ha cobrado fuerza». Esto a pesar de que el mundo estaba alcanzando niveles sin precedentes en el Índice de Desarrollo Humano (IDH).
6 de cada 7 personas en el mundo 🌏, incluyendo los países más ricos, se sienten inseguras, según datos de nuestro nuevo Informe sobre #SeguridadHumana.
Pero, ¿por qué nos sentimos inseguros? Encuentra respuestas y soluciones para #ReconstruirMejor aquí: https://t.co/VHcZDhlVvf pic.twitter.com/0se8n3QwRO
— ONU Desarrollo (@pnud) February 8, 2022
Pero la emergencia sanitaria no es la única responsable de la desesperanza, pues el cambio climático; el desplazamiento forzado; la violencia contra las mujeres y las niñas; los riesgos de las tecnologías digitales; los conflictos armados; la intolerancia a la diversidad sexual y de género; así como la inequidad en la acceso a la salud son las principales amenazas a las que se enfrenta la humanidad.
Por si fuera poco, además de una caída en la esperanza de vida al nacer, el IDH tuvo un descenso sin precedentes en las décadas recientes: perdió unos cinco años de progreso, según modelos de simulación utilizados por la ONU.
Ante el desolador panorama, la ONU «aboga por ampliar el marco de seguridad humana frente a una nueva generación de amenazas interconectadas que están surgiendo en el nuevo contexto del Antropoceno». En tanto, la organización sugiere añadir la solidarias a las estrategias de seguridad humana.
Así, la ONU reconoce «que la seguridad humana en el Antropoceno debe ir más allá de proteger a las personas y sus comunidades, de forma que las instituciones y las políticas consideren sistemáticamente la interdependencia entre todas las personas y entre estas y el planeta».
Finalmente, el Informe concluye que para que todas y todos vivamos sin temor, sin miseria, sin ansiedad y con dignidad, es necesario desplegar el empoderamiento, la protección y la solidaridad.
